Embutidos: Los embutidos como las salchichas, tocinos, jamón entre otros pueden causar cáncer, solo bastan 50 gramos de embutidos para aumentar el cáncer de colon en un 18%, esto debido a que se le añaden a este tipo de carnes aditivos, colorantes, sales, nitritos, nitratos conservadores entre otros, esto se hace para que se pueda extender la vida del producto, que sepa mejor, preservar el color rojo de la carne, prevenir el crecimiento de bacterias y evitar una intoxicación alimentaria. El nitrito de las carnes procesadas se puede convertir en nitrosa minas las cuales son un compuesto altamente toxico, las nitrosa minas se forman cuando productos cárnicos de este tipo se expongan a temperaturas elevadas. Los embutidos también son altos en cloruro de sodio (sal) lo que puede provocar la hipertensión, enfermedades cardiacas y cáncer de estómago. Cave recalcar que las carnes rojas son esenciales para la salud y el funcionamiento correcto del cuerpo humano, sin embargo deben consumirse de manera moderada y evitar las carnes procesadas.
Los colorantes, sales, nitritos, nitratos, conservadores y otros aditivos utilizados en los embutidos pueden contribuir al riesgo de cáncer en las personas debido a varios mecanismos:
- Formación de compuestos cancerígenos: Algunos aditivos utilizados en los embutidos, como los nitritos y nitratos, pueden reaccionar con los compuestos presentes en la carne durante el proceso de curado y ahumado para formar compuestos químicos potencialmente cancerígenos, como las nitrosaminas. Estas sustancias se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de colon, estómago y otros tipos de cáncer.
- Efectos en la salud intestinal: Algunos aditivos, como los conservadores y estabilizadores, pueden afectar negativamente la salud intestinal al alterar la microbiota intestinal y promover la inflamación. Se ha demostrado que la disbiosis intestinal y la inflamación crónica están relacionadas con un mayor riesgo de cáncer colorrectal y otros tipos de cáncer.
- Aumento del consumo de grasas saturadas: Los embutidos suelen contener altas cantidades de grasas saturadas y colesterol, que están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, como el cáncer de mama y el cáncer colorrectal.
- Contaminación con carcinógenos ambientales: Durante la producción y procesamiento de embutidos, puede producirse contaminación con carcinógenos ambientales, como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y dioxinas, que pueden aumentar el riesgo de cáncer cuando se consumen en cantidades significativas.
Los elementos más comunes que se agregan a los embutidos como aditivos incluyen:
- Nitritos y nitratos: Se utilizan como conservadores y colorantes, y también pueden ayudar a prevenir el crecimiento bacteriano y mejorar la estabilidad del color en los embutidos.
- Sal: Se agrega como conservante y para realzar el sabor de los embutidos. El alto consumo de sal se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de estómago y otros problemas de salud.
- Colorantes artificiales: Se utilizan para mejorar el aspecto visual de los embutidos y hacerlos más atractivos para los consumidores. Algunos colorantes artificiales han sido objeto de preocupación debido a su potencial carcinogénesis.
- Conservadores: Se agregan para prolongar la vida útil de los embutidos y prevenir el deterioro microbiológico. Sin embargo, algunos conservadores pueden tener efectos adversos para la salud a largo plazo.
El proceso por el cual los embutidos pueden provocar hipertensión, enfermedades cardíacas y cáncer de estómago involucra una combinación de factores relacionados con la composición nutricional de los embutidos y los posibles efectos sobre la salud a largo plazo.
- Alto contenido de sodio: Los embutidos, como salchichas, jamón, tocino y otros productos cárnicos procesados, a menudo contienen niveles muy altos de sodio en forma de sal añadida y otros aditivos. El consumo excesivo de sodio está asociado con un mayor riesgo de hipertensión arterial o presión arterial alta, ya que el sodio puede aumentar la retención de agua en el cuerpo, lo que resulta en un aumento de la presión arterial.
- Grasas saturadas y colesterol: Muchos embutidos también son ricos en grasas saturadas y colesterol, que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas. Las grasas saturadas pueden aumentar los niveles de colesterol LDL (“malo”) en sangre, lo que puede promover la acumulación de placa en las arterias y aumentar el riesgo de enfermedad coronaria, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Nitritos y nitratos: Los embutidos a menudo contienen nitritos y nitratos como conservantes y colorantes. Estos compuestos pueden reaccionar con los ácidos estomacales para formar nitrosaminas, sustancias químicas potencialmente cancerígenas que se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer de estómago y otros tipos de cáncer.
- Contenido de calorías y procesamiento: Los embutidos tienden a ser alimentos altamente procesados y ricos en calorías, pero bajos en nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y fibra. El consumo regular de alimentos procesados y ricos en calorías puede contribuir al aumento de peso y la obesidad, que son factores de riesgo importantes para enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.
- Formación de compuestos dañinos durante la cocción: Cuando los embutidos se cocinan a altas temperaturas, como en el caso del ahumado o la parrilla, pueden formarse compuestos dañinos como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y aminas heterocíclicas (AHC). Estos compuestos se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de estómago y otros tipos de cáncer gastrointestinal.